8 de marzo: un día controlado desde las instituciones


Hoy 8 de marzo se recuerda el incendio, ocurrido el 25 (y no el 8) de marzo de 1911, en la fábrica Triangle Shirtwaist Company de Nueva York que ocasionó la muerte de 148 trabajadores, de los cuales 129 eran mujeres. En 1909 (y no en 1908), esas trabajadoras habían protagonizado la primera huelga llevada exclusivamente por mujeres, cuyas demandas se resumían en un aumento de los salarios, mejoras en las condiciones laborales, abolición del sistema de subcontratación y de las multas, jornada laboral de 52 horas semanales, limitación de las horas extras y reconocimiento de los derechos sindicales, todas demandas aún vigentes y evitadas los 8 de marzo. Junto con las fechas originales se ha perdido también el carácter reivindicativo de clase.

Insumisión feminista
Conmemoración del último 8 de marzo en Málaga
La última española muerta a manos de un hombre tenía 19 años y vivía en Oria (Almería) desde hace más de 15. La semana pasada, un joven de 28, natural de dicha localidad, la mató con dos tiros de escopeta de caza a bocajarro en el tórax. Aunque al cazador le constan antecedentes penales por tráfico de drogas, los medios españoles ponen mucho cuidado para evitar que se piense en la flexibilidad imperante en Estados Unidos, al tratar la posesión de armas en España bajo el paraguas de la caza. Pero no deja de ser alarmante el alto número de episodios de disparo con armas de caza que terminan con resultado de muerte, no ya de canis lupus y otras especies protegidas, sino del mismo homo sapiens femenino. La escopeta es cosa de hombres, de unos hombres que recibirán 60.000€ en subvenciones -con carácter retroactivo, además- para la retirada de los subproductos o vísceras no destinados al consumo humano procedentes de animales de caza mayor con los que los cazadores vienen contribuyendo a aumentar la incidencia de la tuberculosis bovina y la brucelosis.

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